11 octubre. THE HAPPINESS PROJECT + OSTROVA. biribayjazzclub

11 – OCTUBRE – 2009
22:00horas.

THE HAPPINESS PROJECT
OSTROVA

biribay jazz club. calle fundición 4. logroño.
entrada: 3 euros.

THE HAPPINESS PROJECT

http://www.myspace.com/thehappinessproject

Son una banda surgida en la tranquila ciudad costera de Benicarló a
mediados de 2006. Ellos son Balty Albiol (Voz, teclados,
sintetizadores, samplers, bajo), José Pitarch (bateria, coros) y
Adrian Valle (guitarra, coros). En 2007 lanzan a través de Astoria
Records su álbum de debut “A Place Where The Avenues Reach The Sea” y
acaban de editar con la propia Astoria Records, junto a Odio Sonoro y
Nooirax Producciones, su segundo álbum, “The Incredible Human
Cannonball”. En ambos discos han colaborado los propios The Happiness
Project en la producción. Puede decirse que son una institución del
underground español y además de promover conciertos en su ciudad natal
han girado por toda España, con bandas como El Páramo, Adrift, Reznik
y un largo etc. y ahora mismo se van a embarcar en una gira a lo largo
y ancho de Europa. (Alemania, Italia, Bélgica, Francia…)
Aunque al recordar la palabra postrock, nos pueda sugerir repetición o
saturación, en The happiness project se nota una búsqueda constante de
innovación, unas estructuras de temas nada lineales con constantes
cambios de sonoridad donde la voz de Balty, marca diferenciadora de la
banda. En sus canciones además de una fantástica recreaciónd e
ambientes, hay pop, hardcore, postpunk, metal, electrónica…
En su myspace podéis escuchar canciones de su recién nuevo disco, sin
duda alguna uno de los aspirantes a mejor disco nacional del año.
Pero, de sobra es conocido, que su propuesta en directo mejora aún
mucho más su excelente sonido en estudio.

OSTROVA

http://www.myspace.com/ostrovaband

No sabemos qué podemos esperar de la música. ¿Dinero, reputación,
sentido? Quizá sólo distraer nuestras conciencias y alejarlas de un
discurrir diario que se nos presenta como un desierto de lágrimas;
quizá sólo ahuyentar nuestro confuso y fangoso pensamiento de las
llamas que cosumen una tierra vacía, enferma y degradada. Cuando
abandonamos la realidad árida de la desesperanza soñamos con la
posibilidad de reconstruir el mundo desde sus bases, nuestras
ilusiones giran entonces en torno a una vida intensa zarandeada por
múltiples épicas aventuras: seductora esperanza que renuncia a nuestra
posibilidad de actuar, ilusión desgastada en la que consumimos y
consumamos la derrota. No somos restauradores de ruinas y siempre
acabamos rondando la sombra del local: el lugar en el que lamentamos
apáticamente nuestras decepciones, el espacio en el que se fraguan las
canciones de Ostrova. Vamos buscando melodías penetrantes que empujen
a diferentes disposiciones anímicas; líneas de bajo que desprendan una
gravedad capaz de hipnotizar a los oidos distraidos; percusiones que
pongan orden y medida a un caos sonoro que sumerge el pensamiento en
una confusión paralizante; ruidos saturados que transporten a los que
todavía escuchan a horizontes inquietos, incómodos, peligrosos; gritos
desgarrados que golpeen la orgía charlatana que inunda cada situación
cotidiana. Aunque nuestros delirios a veces nos trasladan a
dimensiones ambiciosas y arrogantes, no dejamos de ser cinco chavales
en busca de algo de cordura y amor. Caos y orden, amor y odio, alegría
y tristeza, sueño y realidad, vida y muerte: los mismos empeños que
han empujado la creatividad humana en el transcurso de sus días, los
mismos obstáculos que atraen y provocan vértigo. Ostrova es un
atractivo juego en el que ponemos nuestro entusiasmo y nuestro
talento, nuestras ganas de vivir y nuestro deseo de morir.