Home Forums Off Topic Zen guerrilla, contra el rayo positrónico

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    Juanito
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    http://ruta66mag.com/index.php/entrevistas/63-zen-guerrilla-contra-el-rayo-positronico

    Han llovido cientos de bandas desde que se separaron en 2003, pero en esta casa se les sigue recordando por su carismática energía y abrupto carácter. Corría el 2001 cuando Marcus Durant atendió, vía telefónica nuestro interrogatorio. Hacía poco que habían editado su quinto álbum, “Shadows On The Sun”. Motivo más que suficiente como para mantener una charla con el vocalista del grupo para valorar las interioridades de su nuevo proyecto, así como de sus ya repetidas actuaciones en nuestro país, que les habían permitido consolidar un mercado estable.

    Aquí es ya de noche, pero en San Francisco la mañana todavía se despereza cuando marco el número de Marcus Durant. Una voz adormilada, de pantuflas y batín, responde legañosa a mis preguntas, como si todavía no hubiera cruzado el umbral de la vigilia. Fluye amortiguada, en un monótono, protocolario goteo de palabras. Nadie diría que emerge de la misma garganta que salmodia apocalíptica al frente de Zen Guerrilla. Watusi cósmico, prófugo de una NBA alienígena, Durant lleva diez años catalizando la radiactividad innata de un grupo que a pesar de sus abrasivos discos se lo debe todo a un imponente directo. En España muchos no les descubrimos plenamente hasta que se hicieron con el protagonismo de la gira que les trajo junto a Hellacopters y Hydromatics. Volvieron a dar la campanada en el Serie B y finalmente se confirmaron en Festimad, por pleno derecho pese a la pobreza del cartel.

    «Shadows On The Sun», su quinto álbum (ver RUTA 173), llega dispuesto a invertir esta situación con un sonido espectacular, protoplásmico, que catapulta el rock de los 70 hasta los anillos de Saturno. Titanio puro reescribiendo la década dura con uno de los discos del año. Es el hecho de haber impuesto su soberanía en terreno conquistado lo que hace especiales a Zen Guerrilla, su habilidad para detonar cartuchos ajenos con mecha propia. Durant lo tiene claro: en el rock todo consiste en aprender del pasado. Dónde acaba el aprendizaje y empieza la rapiña es un tema en el que escurre el bulto.

    Hará cosa de un año declarabas a esta revista, a propósito de futuros discos, que vuestro ideal era obtener un sonido lo más cercano posible a lo que hacéis en directo. Parece que con «Shadows On The Sun» se ha conseguido…
    Muchas gracias. Eso es todo un cumplido. Hemos trabajado muy duro en este disco para atrapar la sensación de directo, rompimos muchas barreras y lo dispusimos todo para grabarlo como si de un concierto se tratara. Creo que tiene momentos muy intensos.

    Sin embargo, aunque el sonido está vivo y desprende chispas, es también nítido, preciso, muy estilizado. ¿Cómo se consiguió ese equilibrio?
    Invertimos mucho tiempo en ello, y gran parte de la culpa es de Jack Endino, que es un genio. Trabajamos codo con codo durante muchas horas para llegar a ese punto. Nos estimulábamos mutuamente, grabábamos y grabábamos hasta altas horas de la madrugada, buscando aquello que queríamos exactamente. Endino tiene una mentalidad muy abierta, es como un mentor. Trajo mucho calor al estudio, es un tipo sincero y honesto, nunca se corta para decirte lo que piensa…

    ¿No os planteasteis en ningún momento probar a otro productor?
    Oh, no, Endino era el hombre. Sabíamos que podíamos apretarle para obtener lo que queríamos, y que él podía apretarnos a nosotros para lograr lo que él tenía en mente. Se da una buena química entre nosotros.

    La producción ha sido importante, pero en «Shadows» no sólo ha mejorado el sonido. Las canciones son superiores, están mucho más enfocadas.
    Trabajamos mucho también los tonos de esas canciones, pretendíamos revelar otros aspectos de la banda que no eran demasiado conocidos.

    De todas maneras, los patrones básicos del nuevo disco se encontraban ya en el anterior, «Trance States In Tongues», que de hecho es como un borrador de «Shadows».Sí. Ya sabes, cada vez que grabas un disco intentas mejorar lo que has hecho en el anterior. Aprendimos mucho mientras grabábamos «Trance States In Tongues». Cogimos todo lo que aprendimos allí, y todos los errores que cometimos, y lo aplicamos a «Shadows».

    Siempre destacáis que en vuestros conciertos la improvisación juega un papel importante. ¿Cuánta de esa improvisación llega hasta el estudio?
    Hay mucha improvisación en «Shadows On The Sun». Improvisación en el sentido de… especialmente las partes vocales. Intenté mantener un espíritu lo más desinhibido posible, emplazar las canciones en unas coordenadas muy espontáneas, en una situación única, como en un concierto.

    Pero las canciones están firmemente estructuradas…
    Sí, la música era algo sólido, pero la voz se permite muchos atrevimientos en el sentido de que obedece a lo que siente en cada momento, no es nada preparado de antemano en los ensayos, como quien lee un guión.

    Ya sé que no es así, pero la voz en «Shadows» parece la fuerza propulsora del disco…
    En absoluto. A eso contribuimos todos. No es posible crear una música como la nuestra sin que cada uno de nosotros participe a un nivel pleno. Rich, el guitarra, por ejemplo, me pone mucho las pilas, y Andy hace lo propio con Rich, y Carl con Andy… es como un gran experimento químico.

    Mucha gente, especialmente gente joven, tiene dificultades para definir el sonido de Zen Guerrilla. Siempre he defendido que se trata de rock’n’roll de raíces tradicionales, eso sí, lo bastante marciano como para alienar al oyente. Quizá esa confusión se deba a que el público actual no está acostumbrado a reconocer la personalidad de una banda o las formas vernaculares de la música popular.
    Ya lo has dicho todo. Es rock’n’roll, un álbum de rock’n’roll. El rock’n’roll en su estado original y forma más pura es algo totalmente desconocido para la mayoría de los jóvenes, les supone algo nuevo, de otro planeta. Creo que todos hemos pasado por eso. Cuando yo era chaval y descubrí el primer elepé de MC5, a finales de los 70 principios de los 80, fue algo totalmente distinto para mi, no sabía como describirlo porque en aquella época yo sólo distinguía los códigos de la música pop en su acepción más generalizada. Descubrir algo por primera vez provoca confusión.

    Dirías que, entre los jóvenes oyentes, «Shadows On The Sun» puede llegar a plantear ese componente de revelación que «Kick Out The Jams» tuvo para ti.

    No puedo asegurar una cosa así. No sé que efecto pueda tener el disco en una mente joven. Quizás le abra puertas al pasado y le empuje hacia un autodescubrimiento, o al descubrimiento de la música rock y su historia, de una enorme biblioteca de sonidos, y eso les de una pista de lo que está sucediendo actualmente en el rock’n’roll.

    En ese sentido, «Shadows» va a descubrir básicamente el maximum rock blues que se hacía en los 70. ¿Por qué crees que esa década está tan presente en el rock actual?
    Creo que había una honestidad en la música de los 70, como la había en la de los 60 y los 50. Eran músicas honestas en tanto que usaban de sus raíces y de los orígenes del rock’n’roll. Atraviesas muchos ciclos, pero finalmente vas a parar siempre a tus raíces. Se ha dicho muchas veces y por mucha gente…

    Y es cierto…
    Sí, siempre se da una deconstrucción, un decapado a través del cual llegas al principio de las cosas.

    Las guitarras de Rich Millan, más tormentosas que nunca, llegan directamente a Hendrix. De hecho en «Barbed wire» sonáis como la Experience en heavy metal.
    Rich está colado por Hendrix. Lleva tocándolo desde que tenía doce años, le resulta imposible evitar que esa influencia se impregne a nuestra propia música. Es su interpretación de la Experience. Hendrix fue una influencia muy poderosa en Zen Guerrilla. Siempre te llevas algo contigo de las lecciones con las que has aprendido. En mi opinión el rock’n’roll es sobre todo aprender del pasado e inyectarlo en tu personalidad.

    Eso está muy bien y es lo que se suele decir, pero, ¿no hay manera de provocar una ruptura total con ese pasado y encontrar nuevas formas de rock?
    Creo que aprendiendo del pasado y reinterpretando el rock’n’roll según tu visión ya estás creando algo nuevo. Hendrix hizo lo mismo, tomó prestado de Lightnin’ Hopkins, Sonny Boy Williamson, los filtró por si mismo y creó una nueva expresión artística.

    Que es lo que habéis hecho vosotros en «Shadows» con «Motor City’s burning» de MC5, resucitada en el tema «Smoke rings».
    Sí, MC5 es ciertamente otra gran influencia en nosotros, pero esa canción también tiene referencias a Gregg Allman.

    En estas canciones de las que estamos hablando se aprecia un mayor protagonismo vocal con respecto a anteriores discos.
    Sí, me hallo en el proceso de destacar más y más mi voz. Durante muchos años escondí la voz detrás de la música y pensé que ya era tiempo de ponerla al frente y mostrar lo que era capaz de hacer. Voy a continuar intentando revelar más aspectos de mi voz. «Shadows On The Sun» captura muy bien el principio de este proceso, es como un punto de inflexión en el que va a descubrirse lo que soy capaz de conseguir.

    En todo el álbum flota una presencia triposa, ácida, aunque sólo se dé un tema propiamente psicodélico, el instrumental «Subway transmission». ¿Vais a perseverar en esta dirección?
    Siempre intento algo nuevo, trabajar con diferentes sonidos. Se me ocurrió ese pequeño instrumental y pensé que sería un buen intermedio para el disco. Es un tributo a la gente topo de Nueva York, personas que viven en el subsuelo.

    En un principio Zen Guerrilla nació como unidad experimental. ¿Qué clase de experimentación era la vuestra?

    Noise con letras increíblemente indescifrables, muy en la línea de Throbbing Gristle. Había un quinto miembro en la banda dedicado exclusivamente a generar ruidos. Fue ante todo un experimento de sonido. Estábamos aprendiendo a manejar nuestros instrumentos y los sonidos que producían. Nos divertíamos creando ruido.

    Al otro lado de la experimentación se encuentran canciones como «Captain Infinity», que es FM rock turbocargado, casi un guiño a Bachman Turner Overdrive.
    Es imposible vivir en los Estados Unidos sin que el rock de FM se instale en tu cultura personal. Aquí creces con la FM.

    «Shadows» es el disco de Zen Guerrilla que mejor muestra sus raíces, antes presentes de una manera orgánica y ahora por el contrario tratadas individualmente. Hay country, blues, rockabilly, gospel…
    Fue una decisión consciente. Queríamos dar forma a un álbum variado y clarificar las cosas al público.

    El último corte del disco es una grabación en directo. ¿Cabe la posibilidad de que atendáis esa demanda que existe de un álbum en directo de Zen Guerrilla?
    No creo que a corto plazo vayamos a editar un disco en directo. De momento estamos satisfechos con lo que hemos conseguido con «Shadows».

    Se da la contradicción de que mucha gente admira vuestros conciertos pero no conoce vuestros discos.
    Somos una banda de directo y prefiero que la gente venga a nuestros conciertos a que nos conozcan sólo por nuestros discos. Sería magnífico si la gente comprara nuestros discos, pero estoy convencido de que les resulta mucho más gratificante, una experiencia mucho más poderosa, vernos en directo. No me sorprende que nos conozcan sólo por los conciertos, pero creo que «Shadows» va a cambiar esta situación.

    Hay otro factor importante además de esa gratificación, se gana más dinero actuando que vendiendo discos.
    En nuestro caso es del todo cierto.

    Entonces, ¿qué futuro le aguarda a una banda como Zen Guerrilla?, ¿tocar todo el año?

    La mayor parte del año tocamos tanto como podemos. El objetivo es contactar con la gente.

    «Shadows» no va a ser un disco fácil de superar…
    Tendremos que trabajar muy duro. Estoy seguro de que podemos hacer algo mejor. Se trata de escribir canciones, de aprender del pasado, como ya he dicho, y de acercarte más y más a aquello que estás buscando.

    ¿Vais a seguir con Sub Pop?
    De momento sí. Nos tratan bien y hay entendimiento. Ya veremos como van las cosas en el futuro.

    Vuestras tres apariciones españolas han abierto una brecha importante aquí.
    Y en nosotros también. En España siempre es la bomba, como una fiesta. Hemos hecho buenos amigos allí, veinte mil buenos amigos. Ha sido una experiencia importante para nosotros.

    Texto: Jaime Gonzalo.
    Publicado en Ruta 175, septiembre de 2001




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    #45400
    total_13
    Member

    pero vuelven a que? yo no llegue a verlos 🙁

    (y como me sueltes lo de “yo los ví cuatro veces en su momento” te capo!)

    #45401
    Juanito
    Member

    Es un articulo rescatado del Ruta 66 de este mes, chhhhhhhico.

    Y no, no vuelven, por desgracia.

    #45402
    total_13
    Member

    es que había oido cantos de sirena por algun lado…

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