A mí se me ocurre nítidamente uno: Greg Howe. Este gacho rellena su cuenta bancaria a base de grabar en estudio y participar en las mastodónticas giras de las Cristina Aguilera, Shakira, etc., como parte de las bandas que se llevan. Luego, destina parte de los ingresos obtenidos a diversos proyectos de jazz-fusion-rock y lo que le echen, y el pavo es IMPRESIONANTE.
Personalmente recomendaría Extraction, un discazo de fusión jazz-rock-funk, que se prepara en formato trío con el batera Dennis Chambers (otro mercenario y otro sobradísimo) y el bajista Victor Wooten. Virguerías para un tipo que luego ves metiendo arreglillos chorras partiturizados en esos otros grupos…
Sobre lo de mercenarios, pues me sumo a la idea de Baithro, que básicamente viene a decir que “no se vive del aire”. Seguro que la mayoría, cuando ven a fin de mes sus cuentas del banco, no se sienten tan mal por haber participado en esas tropelías. 🙂 Y en el caso de éste, si luego reinvierte los beneficios en otros proyectos, pues mejor que mejor.
Eso sí, hace dos san mateos me tuve que tragar el concierto de la Tamara, y la verdad es que me la gocé con el pedazo de artistazos que tenía como banda, aunque ella los señalara al público en plan su colección de muñequitas de trapo: “Mirad mirad este es un guitarrista, mirad que solo más chuli está haciendo”.
Al menos es un aliciente cuando las circunstancias del destino te obligan a perder una hora de tu tiempo en esas actuaciones, ¿no?