Bueno…, yo incidiría en separar los conceptos inversor y especulador. Así también el de empresario. Es verdad que se vende siempre el cara a cara que, como antagonistas, mantienen empresario y empleado. Pero son antagonistas. Persiguen el mismo fin por medios muy diferentes. No son enemigos.
El especulador, sin embargo, es enemigo de todos. Se podría decir que es un “falso inversor” o un “falso empresario” que busca un beneficio lo más alto e inmediato posible, pero sin prestar servicio alguno.
Por eso para mi, un bar que te pone una cocacola por dos euros a las doce de la noche, con sitio para sentarte, música, periódico, calefacción… cumple un servicio. El margen en la cocacola es alto, pero también se ofrece algo a cambio de ese sobreprecio.
Un especulador no aporta nada. Sólo infla el precio y no ofrece ningún servicio especial.
Yo pienso que, efectivamente, todos somos especuladores en mayor o menor medida. Es complicado no relamerse ante algo muy fácil. Como dice bon4ever, es algo arraigado en nuestra cultura. El tema es que un lobby de poder liberalista consiguió cortar las riendas de control del estado sobre este fenómeno. No hablo sólo de España. Y de esos polvos…
Para mi lo peor de todo esto es que se señala a todo empresario por igual, a todo constructor por igual, a todo distribuidor por igual, cuando se trata de culpar. Esto no es justo. Y también es malo que mucha gente que especula, dentro de lo legal, acaba creyendo que también está dentro de lo moral.
Y lo digo como una simple reflexión. Yo desde luego, no estoy acreditado a exigir demasiado, no soy ejemplo de nada. Pero me preocupa eso, que haya gente que ni se da cuenta de lo que hace.
Salud^^