Barricada: ‘Hace mucho que vivimos sin drogas

[garba]

La legendaria banda navarra presenta nuevo disco, ‘Flechas cardinales’
Es el primer álbum sin ‘El Drogas’, líder del grupo desde su creación
‘No nos queda más que demostrar que el engranaje sigue funcionando’
‘Nos avergüenza ver al gobernante de la nación pegándose juergas y cacerías’

Sergio Moreno | Valencia

Uno, dos, tr… ¡Falta uno! No el que ya sabe todo el mundo. Otro. “Sí, pero ahora baja”. Tres y no el del tambor (que es el que llega tarde) pero sí el del bajo, Ander Izeta, la última incorporación de la banda, son los que presentan el nuevo trabajo de Barricada, ‘Flechas cardinales’.

Sin drogas (“las dejamos hace ya mucho tiempo…”) ni ‘El Drogas’ (menos tiempo hace que se dejó a sí mismo, aunque “siempre va a haber una diferencia”), los navarros saltan otra vez a los escenarios con la “lógica expectación dentro del momento que está viviendo el grupo” y con ganas de discutir a quien crea que en los directos van a dar oportunidad de que alguien arree con un ‘esto no es como era antes’.

“La gente le ha tenido mucho cariño a Barricada y lo que le ha gustado es ver a la banda como la ha conocido, en bloque. Pero deben ser conscientes de que esto puede pasar en una pareja, con los amigos… treinta años dan para mucho: para pasar buenos y malos momentos. No nos queda más que demostrar que el engranaje de Barricada sigue funcionando”, resume ‘Boni’.

Si publican un nuevo disco, avisa Alfredo Piedrafita, es porque se veían con ganas y todavía no es momento para echar la mirada al suelo de la jubilación: “No nos hacía falta para salir a hacer un directo. Tenemos suficientes canciones y suficiente repertorio conocido como para poder montar una gira sin disco nuevo”.

Los temas de ‘Flechas cardinales’ “mantienen la esencia de Barricada, con mucho guitarreo, coros de gente [seguidores del grupo convocados por internet] cantando”. Suenan a Barricada, pero Barricada de ahora: de 2012. “Sería estúpido sonar como en el ‘Barrio conflictivo’, como ‘No hay tregua’… esos discos en aquella época estuvieron muy bien, pero nos gusta estar al día. Cada vez nos cuesta más hacer canciones, porque tenemos muchas y no nos gusta repetirnos, por eso en cuanto nos suena a algo que ya hemos hecho empezamos de cero”.

Y en ese volver a empezar, una niebla renegrida que va cubriéndolo todo: “La crisis ha llegado” también a los veteranos, recalca Ibon Sagarna. Pero no hay nada que junte más cosas y gentes que las birras y las barras. Es pegar un guitarrazo y asomarse los cuernos buscando la luz, que por poco que lo hagan, tranquiliza. “El público más fiel siempre ha sido el ‘heavy’ o el rocanrrolero. ¿Por qué? No lo sé, la verdad. Muchos grupos triunfan en un momento concreto, que pueden tener un público adolescente y que, como nos ha pasado a todos, cambia demasiado en poco tiempo. A bandas de nuestro estilo les cuesta despegar más, hay menos circuito, no tienen dónde exponer lo que han trabajado como pasaba antes. Cuando empiezas, como mucho te contratan los colegas”.

Treinta años después, los Barricada madrugan para ensayar, llevan a los niños al cole y leen las noticias con gafas de cerca: “Sabemos que hay una crisis bestial, que golpea al mundo de la música especialmente. Y nos enteramos de que mientras hay familias cuyos miembros están todos en el paro, tenemos al gobernante de la nación pegándose unas cacerías de elefantes y unas juergas que impresionan. Sentimos vergüenza”.

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